27.6.05

Apatía2

Mira que la veía venir, que me venía siguiendo y ayer al volver de mis minivacaciones, me pilló de lleno mientras esperaba a un tren que nunca llegó. Si la hubiera visto venir...pero claro yo estaba ahí, todo empanado, como siempre que espero al bus, tren, metro, etc, acabándome el librillo con el que llevo casi un mes (me voy a cambiar al micho, ya no se leer, que malo es ser un vago) y cuando menos me lo esperaba, zas!!! me agarró una pata, fui a guardar el libro en la maleta, para poder defenderme de la apatía que mi pata tenía, y me quedé con la cremallera de la bolsa en la mano, bajé la guardia y me agarró la otra pierna. Ya con media batalla perdida, me dio por mirar el reloj de la estación y me di cuenta que 45 minutos, eran muchos minutos de retraso para un tren de cercanías, y que había tirado el poco tiempo de Domingo y vacaciones que me quedaba. Bajé los brazos y la apatía me enviolinó como a una jovencita fragil y sola, en un callejón oscuro. Así que no me quedó más remedio q cojer mi librito de 700 páginas, mi maleta de rota cremallera, mi mariconera y mi nuevo culo apático y llevarmelos todos a unos dulces 40 minutos de metro. Ayyyssss, que lástima de vagancia oye.

Por cierto, que no me había dado cuenta, que no os había contado. ¡¡¡QUE ME COJÍ MINIVACACIONES!!! los primeros tres días de 2005, y q cosa más rica, que cortitos, pero que ricos, y eso que había madres de la sandía por el medio y todo, pero que ricos.
El caso es que la semana pasada y hasta mañana, han sido/están siendo las fiestas de la segunda o tercera ciudad de mi corazón(está ahí a ostias con Madrid, peleando el puesto), que no es otra que mi universitaria León. No hice gran cosa, ni siquiera me cojí una típica borracherilla de fiestas. Me hago mayor. Lo solucioné con unos fuegos artificiales, un paseillo por la feria, un increible concierto de MCLAN(ver posts de sandía y conejuco. Él que tenga la oportunidad de ver a este grupo en directo y se lo pierda, no sabe lo que ha perdido), y eso si, sandía, mucha sandía leonesa, fresquita, dulce, madura y blandita y un poquito amarga a veces pero siemrpe buenísima.

Bueno niñ@s, mondarin@s ahí os dejo, a ver si quito esta pereza de encima que va a acabar conmigo. Una vez más, la ropa para planchar se acumula a la misma velocidad que el polvo, algún día de estos seré un buen amo de casa, hasta entonces, la apatía me domina :p

He dicho.

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