El Tonto, el Feo y el Torpe...

Madrid 22:15. Una calurosa noche de la primavera avanzada de este centro peninsular. Un feliz viandante anonimondarino y su coche de alquiler se encaminan a la gasolinera más cercana, para dejar el deposito del coche lleno y devolverlo a la empresa de alquiler a la mañana siguiente.

Semaforo en rojo. Se abre el semaforo, taxi parado en al entrda de la gasolinera, en vez de esquivarlo nuestro intrépido protagonista se para detrás, taponando la salida del semáforo y armando un pitote de tres pares de mandarinas. Cuando se desempana y se da cuenta de que el taxi está dejando pasajeros y que va a tardar, lo esquiva y entra tan mal en la gasolinera que tiene que maniobrar. Maniobra mal y se queda peor colocado y debe volver a maniobrar, toda la gasolinera le observa o así lo cree él.

Baja del coche, cartelito coñón, la gasolinera es de prepago, él tiene que llenar el deposito y no sabe cuanto dinero es eso, le da vergüenza preguntar, se siente observado, se pone nervioso. Solución: ¡¡¡HUIR!!! sale de la gasolinera a toda velocidad, agachado a medias y rojo a enteras.
Buscando una nueva gasolinera, va tan abochornado por la bobada que acaba de hacer que va demasiado deprisa y se pasa de largo la siguiente, está a punto de pegar un frenazo, pero recupera la cordura y sigue conduciendo.

¡¡¡Una gasolinera Repsol!!! su salvación, tiene una mandarina en el logotipo, no puede ser una mierda de esas de prepago. Resultado: Es de prepago y encima el encargado está detrás de un cristal blindado, se le oye fatal, y es borde, muy borde, pero nuestro amigo ya ha hecho el tonto suficiente por hoy, se infla de valor y a paso decidido se encamina al deposito para abrirlo y mientras calcular la cantidad de dinero que necesita para dejar el depósito lleno. 5 minutos, 10 minutos, 15 minutos... #@"$!&? depósito, no se abre, pero como va esto!!!??? pero que mierda, p... Seat que asco, mira que me había gustado, me cagüen... Resultado: doble bochorno, ese anonimondarino ya no es de color naranja, ahora es rojo cual tomate. Solución: ¡¡¡¡HUIR!!!! está vez se va de la gasolinera sacando el coche a 60 por hora en primera y agachado, ni siquiera encendió las luces para no llamar la atención, bueno y porque se le olvidó también.

Busca un aparcamiento tranquilo, saca el manual de instrucciones y emplea 10 minutos de su vida en aprender a abrir el depósito del maldito coche, si es que a nuestro héroe siempre le gustó estudiar.

Con la autoconfianza reconfortada, e hinchado de orgullo cual globo de helio por la victoria conseguida sobre el maldito tapón de la gasolina, se encamina a esa gasolinera que le faltaba por visitar, qué anteriormente se había saltado por cagaprisas. Llega hasta ella, esta vez con seguridad, conociendo el camino y sin ir demasiado rápido, maniobra certero y preciso, pero es de PREPAGO, "odio las gasolineras nocturnas de esta ciudad", pensó. Sin más remedio que plantear su problemática al afable gasolinero, se encamina a la caseta, esta más humana que la de la gasolinera anterior y se explaya en simpático ruego con el tendero, este último profesional de lo suyo, cumplidor y amable recomienda una cantidad de dinero que resultó ser precisa como un escalímetro y la misión fue concluida con ¿exito?

Ir desde casa al coche: 2 minutos.
Arrancar: 20 segundos.
Llegar a una estación de servicio: 3 minutos.
Llenar el depósito: 1 hora 15 minutos.
Volver a casa con la misión cumplida: no se puede medir, para todo lo demás el METRO y que le den por culo al coche.

En fin ayer no fue mi noche, para que negarlo.

He dicho.