7.5.05

Cinco meses y dos semanas

Cinco (no me hagan rimas señoras y caballeros) meses y dos semanas. Con sus días y sus noches y todos los minutos y segundos excepto los decuentos clásicos de las festividades que nos ofrece el santoral. Eso es ni más ni menos que TOOOODA mi vida laboral.

Una firmita y un contrato y espero que para dentro de dos semanas otra firmita y renovación del mismo contrato, sin embargo, a pesar de la falta de experiencia y de que el trabajo me guste, porque el trabajo me encanta y mi lugar de trabajo me gusta todavía más que el propio trabajo, estoy convencido de que cada jornada laboral cometo un error. Voy leyendo blogs, leyendo periódicos, mi propia vivencia personal, la opiniópn de este, la opinión de aquel y todas coinciden, el trabajo tal y como está planteado hoy en día, sobre todo (o exclusivamente, no se) en las grandes ciudades, no sirve. No es útil para vivir.

Solo llevo seis meses trabajando, estoy contento con mi trabajo, pero comprendo perfectamente las opiniones de los que están hartos de la vida urbanita y los tan dignos trabajos de oficina y atasco (y algunos además con corbata, yo me libro, pero soy tan minglanillas que a veces me la pongo porque si). Cada día que pasa voy al currelo con una sensación interna y profunda de estar cometiendo un error, de estar entrando en una espiral hacia el centro de ningún sitio, o de estar caminando hacia mi propia trampa, que voy derecho a la ratonera con y como los demás ratones. Por otro lado, insisto tengo un trabajo que me llena, del que no conozco prácticamente nada, en el que tengo todo por aprender y en el que me esperan un montón de situaciones y retos personales que me apetece vivir.

La gran ciudad me envelesa, me hipnotiza con su jaleo y su todo tipo de gente. Con la multitud de barrios de estilos arquitectónicos, los miles de cienes de tipos de calles, edificios, locales, actos... Me vuelve especialmente loco el alma que parecen tener los lugares históricos. Casi, uno puede ver la pequeña mella que ha hecho sobre la roca de las vetustas edificaciones la miradad de cada visitante a lo largo de tantos años. Es gratificante tener la seguridad de que la persona que 200 años atras miraba igual de impresionado que tú 200 años después, la misma disposición de rocas, estaba pensando y sintiendo lo mismo que piensas y sientes cuando lo observas ahora. Son ciudades de esas que representan algo importante en el interior de las personas que han pasado por ellas, no es un lugar de residencia, si no la odias desde el principio, se te va metiendo dentro, poco a poco hasta que cada uno de los edificos lo sientes tuyo (aunque luego no hay dios que se compre un puñetero apartamento de 40 m cuadrados).

Aun con todo esto, no me puedo quitar esa espinita de que este estilo de vida no vale, esa sensación de que gastar 1 hora y media o 2 horas de 24 de tan solo 24 que tiene cada día, en desplazarte al lugar de trabajo (y eso si vives cerca) es malgastar el tiempo que tenemos. Esa impotencia que entra "encerrado" en el transporte público cada día, sin tener opción sobre lo que quieres hacer con esos tres cuartos de hora. Eso no es un trabajo mejor, eso no es un buen sitio para ¿vivir? eso no es vivir. Y conste que no se todavía que es vivir o por lo menos como quiero vivir, pero no puedo evitar pensar que de esta forma no vale.

Una vez más: Aun con todo esto a mis espaldas, de momento la curiosidad y los retos que me plantea mi "vida" actual me hacen demasiadas cosquillitas en mi curiosidad, así que aun a riesgo de llegar a un callejón sin salida o de darme cuenta de que estoy tirando preciosos años de mi juventud cuando ya no pueda recuperarlos, o cuando no tenga agallas suficientes para hacerlo, voy a tirar por este camino, de momento, mientras esa vocecita de error solo sea una sensación en el fondo y la curiosidad este por encima de ella. Cuando no sea así, ya veremos que se nos ocurre, y a que nos atrevemos. Por el momento podíais ir deseandome suerte para que me renueven dentro de dos semanas, digo yo, ¿no?

Por cierto, la inspiración para soltaros toda esta chapa se la debo, además de a toda la obra del señor fuckowski, a un post del blog "diario de una cincuentona", concretamente a uno que habla del downshifting. Solo espero que llegado el momento yo también me atreva a darle un giro a mi vida de esa manera, bueno, me atreva y pueda claro.

¡Hala hermosos! acabose la tortura. He dicho.

3 comentarios:

cris dijo...

Pues mira, en eso que la cincuentona pasaba por aquí a saludar...
Querido es lo que tienen los caminos: para hacer el de vuelta primero tienes que haber hecho el de ida, y tampoco vale escarmentar en cabeza ajena.
Así que no te comas el coco,disfruta de tu viaje de ida y cuando te canses, vuelve.

Mondarino dijo...

Así lo haré.

Anónimo dijo...

EStilo de vida tonto?' aamos hombreee!! con que te guste a tí suficiente.
Oye, yo gasto hora y media todos los dias a desplazarme a mi lugar de ESTUDIO, en el que basicamente lo que hago es trabajar sin cobrar. Debería estr muuy frustada :D
Molts besets