10.5.05

Verano

Menuda mañana hacía aquel día, todavía era invierno pero el sol lucía con una intensidad que casi parecía rabia, ese año la primavera se estaba abriendo paso a empujones.
Paseabamos por los exteriores del casco antiguo, volvíamos de clase, los exámenes habían pasado o estaban a punto de pasar no me acuerdo, se que mi estomago se sentía 200 o 300 TM más ligero que la semana anterior, me paré para atarme un cordón delante de los viejos muros de San Isidoro, me acuerdo bien porque tengo grabado el color rojizo con vetas blancas del empedrado de la plaza y cuando me levanté ella me había adelantado, no me acuerdo que clase de broma o de anecdota me había contado, pero se estaba riendo, ladeó la cabeza para ver si yo la seguiía y el sol arrancó de su melena morena unos reflejos caoba, mientras un mechón jugueton poblaba su cara dejando a la vista una reluciente hilera de blancos dientes, que formaron lo que en aquel momento me pareció la mejor sonrisa del mundo (aun me lo sigue pareciendo) y entonces supe que para mi ya era VERANO y que la vida no me había traido solo una persona incrible, además, me había regalado un antídoto antiinviernos :p

Contigo mi alma siempre va en camiseta, porque ya no puede pasar frío.

He dicho.

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